Cada derecho que exiges te inhabilita para seguirle



Mateo 16:24 “Si alguno quiere venir en pos de mí, NIÉGUESE a sí mismo”.

Es impresionante como el Señor nos deja sumamente claro que si queremos seguirle, debemos oponernos a nosotros mismos. Es lo mismo que si Jesús te dijera: si quieres venir detrás de mí, debes oponerte a ti mismo, contradecirte en todo, rechazar tu vida por completo.
Nos deja claro que no tenemos derechos ni autoridad sobre nuestras vidas. Si queremos seguirle quedamos bajo su control sin disputa alguna. Él es quien dicta cuales son nuestros derechos.

Vivimos reclamando para nosotras, intentando controlarlo todo sin fin. Pero nos olvidamos de que si queremos seguirle, sí o sí debemos negarnos, renunciar, olvidar lo que a nuestras pasiones les gusta y guiar nuestra mirada a mantenerse fija en Él. Por supuesto con pasión y amor.

Ninguna de nosotras dejaría su vida si no encuentra algo mayor, y ahí está el problema. Dios muchas veces no es mayor que nuestra vida y el costo de seguirle es muy alto. El amor que tenemos por Él no es suficiente para renunciarlo todo, porque consideramos más valiosa nuestra vida. Por eso primero es conocerle a Él y conocernos a nosotras mismas.
Si le conozco, me voy a enamorar por completo de Él y mi vida entera será de Él.
Si entiendo que Él es TODO, que es esa perla preciosa que encontró ese mercader, el cual vendió todo por obtenerla (Mateo 13:45,46), mi vida cambiará por completo.

Él es nuestro máximo ejemplo de renuncia, a quien imitamos, amamos y seguimos:
Filipenses 2:5-8 “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.

Dios es el sustentador de nuestras vidas y tiene todo el derecho de hacer lo que quiera sin consultarnos.
Romanos 11:36 “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas”.
Doblega todo a Él. Es una decisión prudente.


Verónica Rodas


.

Comentarios

Entradas populares