Renunciar a nuestra vida para ganar algo sumamente mayor




Renunciar a nuestra vida para ganar algo sumamente mayor, es lo que Jesús nos quiso decir en Lucas 14:33:
“Así, pues, cualquiera de vosotros que no RENUNCIA a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”.

Jesus nos está diciendo que el discípulo pierde, humanamente hablando, TODO, y obtiene riquezas sumamente mayores comparadas con sus “pérdidas” terrenales.

Cada una de nosotras, mujeres que realmente anhelamos agradar a Dios, debemos ser conscientes de que cada vez que dejamos cosas que eran para beneficio propio, por amor a otros, estamos siendo discípulas de Cristo.
Miles de situaciones se nos presentan en nuestros días, ¿qué hacemos con cada una de ellas? Siempre tenemos una de dos reacciones:
actuamos para nuestro propio beneficio o negamos nuestra voluntad y corremos a agradar a nuestro Maestro.

De forma práctica, un ejemplo de esto puede ser tu tiempo:
¿cuánto cuidas tu tiempo, tus horas de sueño…?
Podemos argumentar de diversas formas que vivimos “administrando bien el tiempo”, pero en muchos casos, en realidad estamos actuando egoístamente.

¿Anhelamos riquezas celestiales y vivimos para alcanzarlas?
Cuánto bien nos haría despojarnos de cosas que han ocupado un lugar importante en nuestra escala de valores; cosas que realmente nos gustan, pero cuyo valor es ínfimo y fugaz.
“Esa camisa que tanto cuidas, tus zapatos preferidos…” jajaja…

Al meditar en la eternidad, todas estas cosas resultan necias y sin valor, pero en nuestro día a día son reales y están presentes, por lo que necesitamos trabajar en ellas para ser verdaderamente discípulas de Jesús.

Si estamos pensando continuamente en nosotras, en lo que queremos, lo que necesitamos, lo cansadas que estamos, en el poco tiempo que tenemos, etc, si somos máquinas que se quejan y viven pensando en su bienestar personal, francamente nuestras vidas no se asemejan al reflejo del llamado de Cristo.

Si no somos mujeres felices y completas es porque no estamos entendiendo el valor supremo y mayor que tiene estar en Cristo.
Mateo 13:46 “Habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió TODO lo que tenía, y la compró".

Pidamos a Dios más conocimiento de Él, más amor y pasión por Cristo. Que nuestra vida refleje lo que Él significa para nosotras. 

Filipenses 3:8
“Y ciertamente, aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”.


Verónica Rodas


.

Comentarios

Entradas populares