Salmo 11 - Siendo tentado, afirma su confianza

David fue tentado a desconfiar de Dios. Él, siendo provocado, resiste y afirma su confianza. Manifiesta su compromiso. Experimentó ese momento en donde tenemos que decidir entre vivir en temor o confiar y afirmar nuestra fe en Dios.
Presta mucha atención al primer versículo, verás que esto es muy común:

"En Jehová he confiado;
¿Cómo decís a mi alma,
Que escape al monte cual ave?" (Salmo 11:1).
David debe enfrentarse con los consejos de amigos que no veían a Dios en lo que él estaba viviendo y de la misma manera, cuántos consejos pueden quitar nuestra confianza en Dios... personas que intentan, consciente o inconscientemente, que pongas tu mirada en el problema. Si consideramos esos consejos, terminamos viendo la dificultad más grande que Dios y el resultado de eso, es huir del problema.
Decide en esas crisis levantar tu mirada y escucharlo a Él. Sé sabia y no recibas todos los consejos que te dan, pues muchas veces pueden ser destructivos... consejos llenos de temor, basados en una perspectiva humana y dejando a Dios fuera.
Mira como sigue:

"Porque he aquí, los malos tienden el arco,
Disponen sus saetas sobre la cuerda,
Para asaetear en oculto a los rectos de corazón" (vers.2).
Es muy importante que levantes tu mirada. David encuentra su solución haciendo eso y halla respuesta. Acepta la justicia de Dios y se deja guiar por él.

"Si fueren destruidos los fundamentos,
¿Qué ha de hacer el justo?" (vers. 3).
El justo debe recordar en medio de los problemas quién es Dios y donde está:
"Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono;
Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
Jehová prueba al justo;
Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece" (vers. 4, 5).

No es lo mismo confiar que no confiar. No es lo mismo agradar a Dios que no hacerlo:
"Sobre los malos hará llover calamidades;
Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos" (vers. 6).

Este ultimo versículo debe llenar nuestra alma de gozo. Jehová ama a sus hijos, a aquellos que viven vidas separadas del pecado. Y no solo nos ama, sino que nos da el privilegio de poder mirarlo:
"Porque Jehová es justo, y ama la justicia;
El hombre recto mirará su rostro" (vers. 7).
¡Tenemos acceso al Rey!

Recuerda
1- Debes conocer a Dios
2- La tentación va a venir, pero ¿en quien vas a confiar?
3- No es lo mismo confiar que no confiar. Los resultados son visibles.
4- Miraremos su rostro


Verónica Rodas


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