Salmo 33 - Imposible no alabar a un Dios como este



Este es el primer Salmo que menciona los instrumentos. Nos muestra que podemos alabar a Dios no solo con nuestra boca sino que también podemos usar instrumentos, palmas, júbilo, ofrecer un “cántico nuevo”, una alabanza a Dios llena de excelencia y orden. Unidos como congregación exaltamos quién es Dios. ¡Qué gran tiempo este!:
Salmo 33:1-3
"Alegraos, oh justos, en Jehová;
En los íntegros es hermosa la alabanza.
Aclamad a Jehová con arpa;
Cantadle con salterio y decacordio.
Cantadle cántico nuevo;
Hacedlo bien, tañendo con júbilo".

¿Por qué debemos alabar a Dios? uf... tenemos infinitos motivos: su fidelidad, justicia, juicios, misericordia… todo lo que ha hecho, su creación, él dice y es hecho. Alabamos a Dios por su poder soberano, porque es nuestro creador y sustentador y nos cuida. Tenemos un sin fin de razones para alabarle con nuestros hermanos. Qué importante este tiempo donde todos unidos le glorificamos:
"Porque recta es la palabra de Jehová,
Y toda su obra es hecha con fidelidad.
El ama justicia y juicio;
De la misericordia de Jehová está llena la tierra" (vers. 4,5).
Dios creó por medio de su Palabra toda la creación. Es necesario recordar que no solo es el Creador sino el Sustentador, él mantiene todo en su lugar:
"Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,
Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
El junta como montón las aguas del mar;
El pone en depósitos los abismos" (vers. 6,7).

Estamos delante de un ser superior a todo lo creado y esto debe provocar y motivar nuestros corazones hacia la alabanza. El centro de la adoración es él:
"Tema a Jehová toda la tierra;
Teman delante de él todos los habitantes del mundo.
Porque él dijo, y fue hecho;
El mandó, y existió.
Jehová hace nulo el consejo de las naciones,
Y frustra las maquinaciones de los pueblos.
El consejo de Jehová permanecerá para siempre;
Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová,
El pueblo que él escogió como heredad para sí" (vers. 8-12).
Es consciente de todo, sabe de nosotros más de lo que a veces nosotros mismos nos damos cuenta, conoce nuestra más pequeña intención:
"Desde los cielos miró Jehová;
Vio a todos los hijos de los hombres;
Desde el lugar de su morada miró
Sobre todos los moradores de la tierra.
El formó el corazón de todos ellos;
Atento está a todas sus obras" (vers. 13-15).

El poder que puede tener el ser humano llega hasta un límite, podemos tener buenas ideas, ganar batallas... pero no hay ninguna virtud que pueda superarle a él. Esto también es una razón para alabarle:
"El rey no se salva por la multitud del ejército,
Ni escapa el valiente por la mucha fuerza.
Vano para salvarse es el caballo;
La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar" (vers. 16,17).
Wow no hay mirada mejor que la de Dios sobre nosotros: “sobre los que le temen” sobre aquellos que están esperando todo de Dios.
"He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
Sobre los que esperan en su misericordia,
Para librar sus almas de la muerte,
Y para darles vida en tiempo de hambre" (vers. 18,19).

En medio de una adoración clara como esta, nuestra vida inevitablemente se siente fortalecida, en paz, nuestra fe es elevada y creemos en este Dios que adoramos. Todo esto produce en nosotros un gozo, alegría y fortaleza increíbles porque: “en él se alegrará nuestro corazón”.
"Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
Porque en su santo nombre hemos confiado.
Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,
Según esperamos en ti" (vers. 20-22).

Este Salmo comienza llevándonos a estar gozosos en medio de la alabanza y termina con corazones inflamados de gozo. Sin duda es imposible no alabar a un Dios como este.


Verónica Rodas


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