Salmo 40 - Tú me escuchas



David expresa sus sentimientos, confiesa que está esperando, pero no de cualquier manera, sino que espera “pacientemente”. Confía que su rescatador lo va a escuchar y librar. Fue en esa situación de confianza que Dios “oyó su clamor”, en una actitud de fe en Dios. Expresa claramente su agradecimiento a Dios por la liberación. ¿Has estado en peligro o sientes que lo estás? toma este consejo y aférrate fuertemente a esta verdad. Espera “pacientemente”, espera en fe, confiando y verás resultados increíbles.

Salmo 40:1-3
"Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová".

Es por medio de la confianza que tenemos en Dios, que cualquiera de nosotros puede ser feliz y obtener cada una de las promesas que Dios nos ha dado. Deja de prestar atención a aquellos que te quitan las fuerzas y te confunden. Mantente firme en tu fe.

"Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.
Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos,
No pueden ser enumerados" (vers. 4,5).

No te centras tanto en hacer y hacer sino mantente en obediencia a Dios. Que tus “sacrificios” sean un resultado de tu obediencia. David lo hizo, rindió su voluntad y corazón ante su Rey.
"Sacrificio y ofrenda no te agrada;
Has abierto mis oídos;
Holocausto y expiación no has demandado.
Entonces dije: He aquí, vengo;
En el rollo del libro está escrito de mí;
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón.
He anunciado justicia en grande congregación;
He aquí, no refrené mis labios,
Jehová, tú lo sabes.
No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea" (vers. 6-10).

¡Qué hermoso momento! recuerda esos tiempos en los que disfrutas con tu Padre. ¡QUÉ INCREIBLES SON! es ahí donde todo cambia. La escena más oscura se vuelve luz. Uno no quiere que esos momentos terminen, pero David vuelve a sus responsabilidades y entiende que hay batallas por delante, problemas que tienen que ser resueltos. Tiene una comunión fluida con Dios, acude una y otra vez a él por su guía y ayuda. Su vida es para glorificarlo a él.
"Jehová, no retengas de mí tus misericordias;
Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
Porque me han rodeado males sin número;
Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista.
Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.
Quieras, oh Jehová, librarme;
Jehová, apresúrate a socorrerme.
Sean avergonzados y confundidos a una
Los que buscan mi vida para destruirla.
Vuelvan atrás y avergüéncense
Los que mi mal desean;
Sean asolados en pago de su afrenta
Los que me dicen: !!Ea, ea!
Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Jehová sea enaltecido" (vers. 11-16).

Este Salmo no puede terminar de una mejor manera, wow. David no podía saber qué era todo lo que iba a vivir, pero algo tenía claro, que él era débil para enfrentar lo que vendría y que a su vez, tenía un Padre que lo amaba y era su defensor.
Pueden venir situaciones realmente difíciles, pero Dios conoce cada situación que vas a vivir y en cada una de esas situación él actúa perfectamente y se va a glorificar. El Señor conoce tus luchas, sufrimientos, pensamientos, no es un Dios lejano, le importas. Tiene todas tus situaciones bajo su control. Él piensa en ti, eso es increíble.
"Aunque afligido yo y necesitado,
Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres tú;
Dios mío, no te tardes" (ver. 17).

Dios no va a tardar en responder, antes de que ores y le pidas, Dios ya tiene la respuesta. No estamos solos, Dios nos oye y responde. Él nos escucha.


Verónica Rodas


.

Comentarios

Entradas populares