Salmo 48 - Los hijos de Coré nos hablan del rumbo de los fieles

La ciudad del futuro
Vemos en los primeros versículos que Dios está en medio de esta gran ciudad, es su ciudad. Él es el grande y es lógico que toda la alabanza sea dirigida a Él. Dios es su creador, es quien la sustenta y nos tiene preparada esta gran ciudad. ¡Hermosa y firme esperanza de lo que viene por delante! Nuestro futuro es increíble, vamos a experimentar el verdadero gozo y va a ser continuo. Seremos guardados del mal para siempre.

Salmos 48:1-3
"Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado
En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.
Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra,
Es el monte de Sion, a los lados del norte,
La ciudad del gran Rey.
En sus palacios Dios es conocido por refugio".

En la ciudad de Dios, es imposible que entren aquellos que se avergüenzan de quien es él.
Es muy importante que entiendas que estás yendo hacia un lugar. Tu vida está marcando un futuro y es necesario que te plantees qué quieres. ¿Quieres ser llamado “su hijo” o quieres ser de aquellos que hoy se sienten poderosos lejos de Dios y luego tendrán que enfrentar verle y correr de delante de él llenos de miedo? Dios va a desechar a cada hombre que lo haya menospreciado, que se haya endurecido contra su plan, pero con sus hijos no será así, sino que los afirmará para siempre.

"Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron;
Pasaron todos.
Y viéndola ellos así, se maravillaron,
Se turbaron, se apresuraron a huir.
Les tomó allí temblor;
Dolor como de mujer que da a luz.
 Con viento solano
Quiebras tú las naves de Tarsis.
Como lo oímos, así lo hemos visto
en la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios;
La afirmará Dios para siempre. Selah" (vers. 4-8).

Llena tu corazón de alabanza, recuerda lo que te ha prometido Dios. Tenemos por delante el mejor futuro, un futuro glorioso al lado de nuestro Padre. Ellos inflamaron su corazón de alabanza al recordar esa gran ciudad y tienen un resultado increíble, un corazón agradecido y lleno de gozo con una firme esperanza.

"Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios,
En medio de tu templo.
Conforme a tu nombre, oh Dios,
Así es tu loor hasta los fines de la tierra;
De justicia está llena tu diestra.
Se alegrará el monte de Sion;
Se gozarán las hijas de Judá
Por tus juicios" (vers. 9-11).

En cada situación que pases trae a tu memora el futuro que tienes. El Rey tiene una ciudad donde él habita, será el centro de su trono y la preparó para nosotros, sus seguidores y fieles hijos.

"Andad alrededor de Sion, y rodeadla;
Contad sus torres.
Considerad atentamente su antemuro,
Mirad sus palacios;
Para que lo contéis a la generación venidera.
Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;
El nos guiará aun más allá de la muerte" (vers. 12-14).

Tienes dos opciones: vives centrado en tu diario vivir y tus problemas múltiples, o cada día corres a recordar lo que Dios te ha prometido y confías que todo esto va cambiar y que tu futuro es glorioso. La pregunta es: ¿dónde está tu ciudadanía?


Verónica Rodas


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