Salmo 49 - ¿A quién tienes en primer lugar? ¿Dónde está tu grandeza?



Este salmo no se trata de un ruego, oración o alabanza, es una enseñanza y su mensaje nos enseña el disparate que es estar aferrado a las riquezas, lo vano que es dar el primer lugar de nuestra vida a ellas.
Al leer los primeros versículos vemos que llama a escuchar a todos, a los de baja y alta categoría, a la gente común y a las personas que se creen importantes. ¿Por qué pide que lo escuchen? porque habla Palabra de Dios, no es su pensamiento, sino que lo que dice viene de la guía y sabiduría de Dios, por lo que tú también puedes ahora mismo escuchar y aprender. Quizás tu problema no son las riquezas pero puedes ponerle el nombre de aquello a lo que te aferras y crees que es tu capacidad, y así aprender de este salmo.

Salmos 49:1-4
"Oíd esto, pueblos todos;
Escuchad, habitantes todos del mundo,
Así los plebeyos como los nobles,
El rico y el pobre juntamente.
Mi boca hablará sabiduría,
Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.
"Inclinaré al proverbio mi oído;
Declararé con el arpa mi enigma".

Ahora vamos a leer algunos de los argumentos que muestran la falta de sabiduría cuando confiamos en el dinero. Por supuesto no tiene nada de malo tener dinero pero está claro que con este recurso nunca podremos comprar cosas espirituales. Los bienes materiales no compran la salvación.
"¿Por qué he de temer en los días de adversidad,
Cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare?
Los que confían en sus bienes,
Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan,
Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano,
Ni dar a Dios su rescate
(Porque la redención de su vida es de gran precio,
Y no se logrará jamás),
Para que viva en adelante para siempre,
Y nunca vea corrupción" (vers. 5-9).

El rico muere igual que el pobre y pierde todo lo que tiene y nada se lleva.
"Pues verá que aun los sabios mueren;
Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio,
Y dejan a otros sus riquezas.
Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas,
Y sus habitaciones para generación y generación;
Dan sus nombres a sus tierras.
Mas el hombre no permanecerá en honra;
Es semejante a las bestias que perecen" (vers. 10-12).

¿Dónde te lleva la riqueza? ¿a dónde te guía eso que tienes en primer lugar? a lo mismo que a todos, a la muerte. Todo ser humano va a enfrentarla, lo que marcará la diferencia después de atravesar la muerte es dónde estuvo enfocado nuestro corazón mientras estuvimos en esta tierra y cual era nuestra esperanza aquí. Deja de hacer de tus bienes la prioridad de tu vida, pues es lo más necio que puedes hacer.
"Este su camino es locura;
Con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah
Como a rebaños que son conducidos al Seol,
La muerte los pastoreará,
Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana;
Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada.
Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol,
Porque él me tomará consigo. Selah" (Vers. 13-15).

Quizás ahora ese rico que está vivo es considerado en alta estima por lo que tiene, pero igual que sus padres han muerto él también lo hará. Es superficial confiar en las riquezas y hacer de ellas un fin en sí mismas. No debemos poner en primer lugar todos los recursos que tenemos, quien debe tener el primer lugar en nuestra vida es Dios.

"No temas cuando se enriquece alguno,
Cuando aumenta la gloria de su casa;
Porque cuando muera no llevará nada,
Ni descenderá tras él su gloria.
Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma,
Y sea loado cuando prospere,
Entrará en la generación de sus padres,
Y nunca más verá la luz.
El hombre que está en honra y no entiende,
Semejante es a las bestias que perecen" (vers. 16-20).

Reacciona y medita en esto: ¿a quién tienes en primer lugar? ¿dónde está tu grandeza? ¿en lo que tienes? ¿en tu dinero? ¿en tus éxitos? Usa todo lo que tienes para la gloria de Dios.


Verónica Rodas


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