Salmo 52 - Cambia tu perspectiva frente a tus enemigos



David en medio de persecución, destaca lo insignificante de la maldad. Comienza haciéndoles una pregunta: "¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso?", es como si les dijera ¿por qué presumes de tu maldad, guerrero? ¿no te das cuenta que la justicia de Dios es para siempre? Cuánto necesitamos la misma perspectiva que tenía David frente a sus enemigos, tener esa misma convicción.

Salmos 52:1
"¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso?
La misericordia de Dios es continua".

Y nos deja un registro de la maldad que tienen. No solamente menciona lo que hacen, sino lo que hablan ¿tienes enemigos así?
"Agravios maquina tu lengua;
Como navaja afilada hace engaño.
Amaste el mal más que el bien,
La mentira más que la verdad. Selah" (vers. 2,3).

A estos enemigos les encanta destruir con sus palabras. Son mentirosos. ¡Cuánta maldad puede haber en personas que inventan cosas! incluso a veces, los daños que causan parecen irremediables, pero aquí esta David frente a ellos con convicciones fuertes y creyendo en la “Justicia de Dios”.
"Has amado toda suerte de palabras perniciosas,
Engañosa lengua" (vers. 4).

Nadie puede ir en contra del plan de Dios. Este enemigo no termina en victoria, muchas veces confunde y parece que va ganando pero Dios lo destruye y viene su fin y su destrucción es de repente. No se puede ir contra Dios.
"Por tanto, Dios te destruirá para siempre;
Te asolará y te arrancará de tu morada,
Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Selah" (vers. 5).

Y... ¡ahora viene experimentar el gozo de ser librados por Dios! Queda súper clara la diferencia de aquellos que se aferran a Dios y usan sus recursos en la batalla, a los malos que solo maquinan y hacen maldad. David ahora se ríe, se goza de la diferencia que hay entre un hombre que quiere agradar a Dios a aquel que maquina maldad. No es lo mismo, nunca es lo mismo. Se goza de su posición: “pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios”.
"Verán los justos, y temerán;
Se reirán de él, diciendo:
He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza,
Sino que confió en la multitud de sus riquezas,
Y se mantuvo en su maldad.
Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios;
En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre" (vers. 6-8).

Esta es la clave: “esperaré”. Cuando enfrentamos situaciones súper injustas ¿cómo reaccionamos? David alaba a Dios, confía en que Dios lo defiende y no solo es bueno con él, sino que es bueno con sus “santos”.
"Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así;
Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos" (vers. 9).

Es increíble cómo este Salmo describe desde un comienzo la confianza que David tiene en Dios. La situación es súper difícil, injusta, terrible, pero confía, tiene una perspectiva correcta de sus enemigos, sabe quien es Dios y qué aprueba él, a eso se aferra.

Cambia tu perspectiva frente a tus enemigos. Te dejo tres consejos:
Ve a Dios grande, poderoso, justo y con autoridad frente a tus enemigos.
Ve a tus enemigos como son: mentirosos y rebeldes, y ríete como lo hizo David.
Confía en Su amor inagotable.


Verónica Rodas


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