Salmo 55 - ¿Tus amigos se volvieron enemigos?



Qué terrible es enterarte de lo que dicen “tus enemigos”; ver lo que inventan y que siguen sin freno en su crítica y en su guerra de odio contra vos, como si nada. Terrible la impotencia que se siente en esa situación... Así estaba David, luchando frente a una “realidad injusta”:

Salmo 55:1-3
"Escucha, oh Dios, mi oración,
Y no te escondas de mi súplica.
Está atento, y respóndeme;
Clamo en mi oración, y me conmuevo,
A causa de la voz del enemigo,
Por la opresión del impío;
Porque sobre mí echaron iniquidad,
Y con furor me persiguen".

David está “dolorido, aterrado, lleno de miedo”, totalmente abrumado por la situación y necesita huir. Cree que su única salida es escapar. Él piensa por un momento que si fuera una “paloma” sería super sencillo escapar “del viento borrascoso, de la tempestad”... que esa sería una buena solución.
"Mi corazón está dolorido dentro de mí,
Y terrores de muerte sobre mí han caído.
Temor y temblor vinieron sobre mí,
Y terror me ha cubierto.
Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma!
Volaría yo, y descansaría.
Ciertamente huiría lejos;
Moraría en el desierto. Selah
Me apresuraría a escapar
Del viento borrascoso, de la tempestad" (vers. 4-8).

Intenta calmarse con este pensamiento, pero ve que le es imposible huir. Comienza a darse cuenta que su única salida es la intervención de Dios; debe levantar su mirada y eso hace:
"Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos;
Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.
Día y noche la rodean sobre sus muros,
E iniquidad y trabajo hay en medio de ella.
Maldad hay en medio de ella,
Y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas" (vers. 9-11).

Las críticas de las personas en quien confiamos son las más duras y dolorosas. David lo está viviendo... ellos conocen cada debilidad que él tiene, conocen cada punto débil; tienen todas las armas para dañarle y realmente causan mucho, mucho daño. Ellos eran “su camarada”, “su igual”...
"Porque no me afrentó un enemigo,
Lo cual habría soportado;
Ni se alzó contra mí el que me aborrecía,
Porque me hubiera ocultado de él;
Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío,
Mi guía, y mi familiar;
Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos,
Y andábamos en amistad en la casa de Dios" (vers. 12-14).

Ellos merecen morir porque causan temor, incertidumbre... su daño es terrible. No solo David es afectado emocionalmente por estas personas, sino que su daño se extiende al pueblo y él se encuentra con que debe tener una postura firme frente al daño que están causando, no puede darle lo mismo. (Moisés también lo hizo frente a una situación similar: Números 16:30).
"Que la muerte les sorprenda;
Desciendan vivos al Seol,
Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos" (vers. 15).

Luego de desahogarse, de confesar sus miedos, frustraciones y dolores, entiende que Dios lo va a hacer. Que una vez más, lo va a hacer. Comienza a vivir nuevamente; levantar su mirada hacia Dios y contemplarle, le llena de libertad:
"En cuanto a mí, a Dios clamaré;
Y Jehová me salvará" (vers.16).
Su fe crece, sus ojos ven más con claridad y decide comprometerse para seguir encontrando la solución que necesita:
"Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,
Y él oirá mi voz" (vers.17).

Incorporar esos tiempos con Dios (“tarde, mañana y medio día”) le va a proporcionar más fe, confianza, paz y seguridad. Dios va a actuar aunque sean muchos los que intenten hacerle caer:
"El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí,
Aunque contra mí haya muchos" (vers. 18).

¿Se dan cuanta de la dependencia que tenía en su oración continua? Dios va a oír todas las veces que David separa del día para orar:
"Dios oirá, y los quebrantará luego,
El que permanece desde la antigüedad;
Por cuanto no cambian,
Ni temen a Dios. Selah
Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él;
Violó su pacto.
Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla,
Pero guerra hay en su corazón;
Suaviza sus palabras más que el aceite,
Mas ellas son espadas desnudas" (vers. 19-21).

Este versículo muestra el resultado que vivió, la respuesta de Dios a su ruego. No dice "Dios va a hacer todo por ti", no. Es como si dijera "si te desahogas con Dios, si le cuentas tus miedos, tus fracasos, si decides tomarte tiempo con él, él se encargará de mantenerte fuerte y vivo; no permitirá que sus santos queden en ridículo delante de los demás por mucho tiempo":
"Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo" (vers. 22).

Increíble conclusión de David:
"Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición.
Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días;
Pero yo en ti confiaré" (vers. 23).

Cuánto necesitamos aprender de sus hábitos, de sus decisiones, de su corazón... No te quedes solamente con el comienzo de este Salmo: “dolorido, aterrado, lleno de miedo”; Tampoco te quedes intentando huir de todo. Reacciona y decide buscar a Dios mucho más tiempo de lo que lo estás haciendo.
Ver a Dios va a hacer la diferencia; tu mirada va a cambiar completamente. Ahora, Dios va a sustentarte.


Verónica Rodas


.

Comentarios

Entradas populares