Salmo 57 - Haz que tu problema se convierta en un altar para Dios




David, a pesar de que está en peligro rodeado de sus enemigos, reafirma su decisión de seguir confiando en Dios y confirma su seguridad en esa confianza. Él está escapando como un prófugo pero en esa situación crítica, logra levantar una oración de confianza y exaltar a Dios. La cueva donde está refugiado pasa a ser su lugar de intimidad.

Salmo 57:1-4
"Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;
Porque en ti ha confiado mi alma,
Y en la sombra de tus alas me ampararé
Hasta que pasen los quebrantos.
Clamaré al Dios Altísimo,
Al Dios que me favorece.
El enviará desde los cielos, y me salvará
De la infamia del que me acosa; Selah
Dios enviará su misericordia y su verdad.
Mi vida está entre leones;
Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas;
Sus dientes son lanzas y saetas,
Y su lengua espada aguda".

David saca su enfoque de su problema presente y lo enfoca en su interés principal; quiere cumplir su llamado y que todos vean la gloria de Dios.
"Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria" (vers. 5).

Está decaído pero centrado en Dios. ¡Sabe que él es su defensor!
"Red han armado a mis pasos;
Se ha abatido mi alma;
Hoyo han cavado delante de mí;
En medio de él han caído ellos mismos. Selah" (vers. 6).

Agotado por la situación pero teniendo la seguridad de lo que tiene que hacer, lleva toda su atención a rendir alabanza a Dios.
"Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto;
Cantaré, y trovaré salmos.
Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa;
Me levantaré de mañana" (vers. 7, 8).

Su mente estaba contemplando otro panorama: su realidad espiritual. Él había logrado poner a Dios por encima de toda su situación: “Exaltado seas sobre los cielos” (vs 5). Lo que muestra cómo David experimentaba continuamente la verdad de que su Dios es mayor que toda autoridad en esta tierra.
"Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;
Cantaré de ti entre las naciones.
Porque grande es hasta los cielos tu misericordia,
Y hasta las nubes tu verdad" (vers. 9, 10).

David entiende que Dios está sobre todo gigante, enemigo, problema y situación. Le toca seguir levantando por encima de su situación a su Salvador.
"Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria" (vers. 11).

Haz que tu problema se convierta en intimidad con Dios. Aprovecha cada situación para correr a él y levantar tu mirada, poniendo a tu Salvador en el lugar que realmente está. Sal de ese problema, cambia tu perspectiva. Convierte ese momento terrible en el mejor altar para Dios.


Verónica Rodas


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