Salmo 58 - ¿Qué hacer cuando los jueces no son justos?



David pregunta a los líderes, a los jueces, si están actuando bien. Parece que no siempre los jueces que tienen que actuar con justicia lo hacen. Pero, ¿qué hacer?
David es un buen ejemplo de cómo actuar en situaciones así; primeramente, nunca perder el celo por la verdad, nunca dejar que actitudes injustas nos den lo mismo.
Salmo 58:1
"Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia?
 ¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?"

Estos líderes de los que David está rodeado corrompen la ley y sin ley no hay justicia; quieren crear un mundo sin Dios, sacarlo de en medio, pero no pueden.
"Antes en el corazón maquináis iniquidades;
Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra" (vers. 2).
Esto no es de un día para el otro, desde que nacieron vienen tomando malas desiciones, no buscaron la ayuda de Dios, siguieron sus propios razonamientos.
"Se apartaron los impíos desde la matriz;
Se descarriaron hablando mentira desde que nacieron" (vers. 3).

David nos muestra que aquellos que tendrían que proporcionar descanso, paz y guía, en lugar de eso, contaminan a la sociedad con sus discursos.
"Veneno tienen como veneno de serpiente;
Son como el áspid sordo que cierra su oído,
Que no oye la voz de los que encantan,
por más hábil que el encantador sea" (vers. 4,5).
El salmista pide a Dios que actúe frente a estos gobernantes que no están haciendo las cosas correctamente. Él es muy claro en su clamor:
"Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas;
Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos.
Sean disipados como aguas que corren;
Cuando disparen sus saetas, sean hechas pedazos.
Pasen ellos como el caracol que se deslíe;
Como el que nace muerto, no vean el sol.
Antes que vuestras ollas sientan la llama de los espinos,
Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad" (vers. 6-9).

¡Es tan importante no tomar venganza propia! aunque sea súper injusto lo que estás viendo, porque llegará el momento en que Dios actuará.
Parece que da igual lo que hacemos, pareciera que es lo mismo actuar bien que mal, pero el tiempo mostrará las acciones de cada uno y Dios vendrá con venganza.
"Se alegrará el justo cuando viere la venganza;
Sus pies lavará en la sangre del impío" (vers. 10).

Es increíble el fruto de aquellos que no hicieron las cosas bien. Pronto todos verán la diferencia y dirán: “Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra”.
David no perdió esa confianza y siguió luchando “espiritualmente”, esperando todo de Dios.
"Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo;
Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra" (vers. 11).

Anhelo ese momento celosamente, donde la fe va a quedar en evidencia delante de todos. Todo lo que no podemos ver claramente, se verá y disfrutaremos de eso.
Sigue confiando que ese tiempo pronto vendrá.


Verónica Rodas


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