Salmo 63 - Esencial para la vida


Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.

David una vez más nos deja el ejemplo claro que de algo malo que atravesamos, puede nacer algo bueno. Nos enseña que en medio de una oración empapada de la realidad de situaciones dudosas, podemos estar seguros. Solo leyendo el primer versículo ya vemos un corazón sometido, con prioridades claras y buscando satisfacción en la fuente verdadera.

Salmo 63:1

"Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas".

El conocimiento que tenía de Dios era suficiente para él y quería volver a verlo:

"Para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario" (vers. 2).

Conoce qué es lo más valioso, persevera en ese pensamiento, se aferra a esa verdad:

"Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos" (vers. 3,4).

En medio del desierto, sin comida ni nada “palpable” para entregarle a Dios, David se sentía completamente saciado; ¡lo describe tan claramente!: “Tú me satisfaces más que el mejor plato de comida”.

No estaba hundido en queja, no se concentró en lo que no podía o no tenía, más bien estaba saciado por lo delicioso que era ser lleno espiritualmente; eso le bastaba.

"Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca, cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en las vigilias de la noche" (vers. 5,6).

Sigue confirmando dónde tiene puesta su esperanza: “Porque has sido mi socorro”. Su éxito estaba en ese refugio que él tenía: Dios. Dios era el refugio donde acudía constantemente.

"Porque has sido mi socorro, y así en la sombra de tus alas me regocijaré" (vers. 7).


Vemos en la vida de David el ejemplo de una vida dependiente de Dios, “apegada” a Dios; una muestra de la confianza de que estamos en las mejores manos: “Tu diestra me ha sostenido”.

"Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido" (vers. 8).


En el siguiente versículo no es que David esté actuando en defensa personal, no. Las personas de las que habla eran enemigos de Dios, y estaban impidiendo que la voluntad de Dios se cumpliese, empeñados en hacer daño a sus hijos. David lucha por el Reino, lucha por su patria; Avanza porque sabe que Dios actuará.

"Pero los que para destrucción buscaron mi alma caerán en los sitios bajos de la tierra. Los destruirán a filo de espada; serán porción de los chacales. Pero el rey se alegrará en Dios; será alabado cualquiera que jura por él; porque la boca de los que hablan mentira será cerrada" (vers. 9-11).


Vemos a un David saciado en Dios, a un hombre feliz en él, con su fe intacta, creyendo que Dios está a su lado.

Esto es esencial para la vida. No solo te mantiene viva a ti, sino que con tu vida impulsas a otros a conocer y vivir la vida abundante en Dios. ¡No dejes de alabarle hoy! 



Verónica Rodas



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