Salmo 65 - La alegría de cada mañana y cada atardecer

Al músico principal. Salmo. Cántico de David.

David, en medio de la congregación, reconoce a Dios por encima de todo. Es a Él a quien pertenece por completo la exaltación y no solo le pertenece toda la alabanza sino también que cumplan como congregación cada promesa que le han hecho; van a cumplir cada compromiso hecho con Él.

Salmo 65:1

"Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios y a ti se pagarán los votos".

¿Por qué un pueblo es capaz de levantar una alabanza y comprometerse con Dios?

- “escuchas nuestras oraciones” (v 2)

- “nos perdona todos nuestros pecados” (v 3)

"Tú oyes la oración; A ti vendrá toda carne. Las iniquidades prevalecen contra mí; Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás" (vers. 2,3).

Porque no solo nos escucha y nos perdona, además también:

- “Nos llena de alegría”, “nos escoge”, “nos hace vivir en su atrios”, “nos da un futuro lleno de gozo” (v 4)

"Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo" (vers. 4).

- Y no solo escucha nuestras oraciones sino que nos responde de una manera única: “con imponentes obras”  (v5)

Él es la única esperanza con un fundamento verdadero. En los siguientes versículos leemos de su poder en la naturaleza y así queda en evidencia lo increíble que es Dios. El ser humano no tiene excusa para no reconocerlo.

"Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, oh Dios de nuestra salvación, Esperanza de todos los términos de la tierra y de los más remotos confines del mar.

Tú, el que afirma los montes con su poder, ceñido de valentía; El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas y el alboroto de las naciones" (vers. 5-7).

Sin duda el ser humano queda paralizado frente a un Dios con estas dimensiones, queda totalmente asombrado por sus maravillas.

Hermana, ¿qué valoras por encima de todo? ¿puedes ser consiente del Dios frente a quien estás ahora? David dice unas palabras que calan en lo más profundo de mí:

“Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde” (vers. 8). 

¿Dios te inspira alegría en tus mañanas y tus noches? Piensa en las cosas que no te dejan ver la hermosura y grandeza de tu Salvador y quítalas de ti.

"Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde" (vers. 8).

Dios se hace cada vez más grande para David y no solo lo vio en la pequeña tierra de Israel, sino que ahora menciona la presencia de Dios en toda la creación. Un Dios por encima de todo.

"Visitas la tierra, y la riegas; En gran manera la enriqueces; Con el río de Dios, lleno de aguas, preparas el grano de ellos, cuando así la dispones. Haces que se empapen sus surcos, haces descender sus canales; La ablandas con lluvias, bendices sus renuevos.

Tú coronas el año con tus bienes y tus nubes destilan grosura. Destilan sobre los pastizales del desierto y los collados se ciñen de alegría. Se visten de manadas los llanos y los valles se cubren de grano; Dan voces de júbilo, y aun cantan" (vers. 9-13).

Dios está presente en su creación y no solo la creó sino que la sustenta.

¿Cómo no llenarnos de pensamientos sobre lo grande que es él y todo lo que hace por nosotros? Esto, sin duda, inflama nuestro corazón de alabanza.

Permite que Dios llene de alegría tus mañanas y tus noche con solo contemplarle.

Verónica Rodas

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