Salmo 72 - Cuando Él esté reinando



¡Este Salmo nos muestra un panorama increíble! El mundo será muy diferente cuando venga nuestro Rey. No viviremos lo que ahora, sino que disfrutaremos un panorama increíble.

Es alentador pensar que todas nuestras oraciones pidiendo “justicia” aquí en la tierra, un día serán contestadas por Él. Experimentaremos en nuestro interior la paz que tanto anhelamos.


Salmo 72:1-4

"Oh Dios, da tus juicios al rey y tu justicia al hijo del rey. El juzgará a tu pueblo con justicia,
Y a tus afligidos con juicio. Los montes llevarán paz al pueblo,
Y los collados justicia. Juzgará a los afligidos del pueblo,
Salvará a los hijos del menesteroso,
Y aplastará al opresor".


¡Qué seguridad increíble tenemos en Jesús! No estamos hablando de algo pasajero sino que Él nos trae un reino eterno, gobernado en justicia y mediante esa justicia, trae paz sin límites.

"Te temerán mientras duren el sol
 y la luna, de generación en generación. Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; 
Como el rocío que destila sobre la tierra. Florecerá en sus días justicia y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna" (vers. 5-7).


Le veremos muy pronto. Si has bajado la mirada, ¡vuelve a levantarla! El Soberano no tiene límites, está por sobre todo y por encima de todo.

"Dominará de mar a mar y desde el río hasta los confines de la tierra. Ante él se postrarán los moradores del desierto y sus enemigos lamerán el polvo. Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes;
Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones" (vers. 8-10).


Piensa, imagina, sueña con ese gran momento donde todo este mundo en plena oscuridad, acabará y estaremos frente al Gran Rey. Veremos con nuestros ojos que todos los “reyes” se postrarán delante de él. Es increíble pensar en ese momento, en que las naciones y reyes se someterán al Rey Jesús y en que experimentaremos la plenitud en su mayor estado; viviremos la paz que tanto anhelamos.

"Todos los reyes se postrarán delante de él;
Todas las naciones le servirán. Porque él librará al menesteroso que clamare,
Y al afligido que no tuviere quien le socorra. Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,
Y salvará la vida de los pobres. De engaño y de violencia redimirá sus almas,
Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos" (vers. 11-14).


¡Wow, un Rey indestructible! Cuánta seguridad nos da este Salmo, solo necesitamos leerlo y creerlo. Sí, creer que Él es real y vive para siempre; nuestro Rey Eterno.

"Vivirá, y se le dará del oro de Sabá,
 Y se orará por él continuamente;
 Todo el día se le bendecirá. Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;
 Su fruto hará ruido como el Líbano,
Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra" (vers. 15,16).


Cada Palabra y promesa se cumplirá. No dudes más.

"Será su nombre para siempre,
Se perpetuará su nombre mientras dure el sol.
Benditas serán en él todas las naciones;
Lo llamarán bienaventurado" (vers. 17).


Realmente va a llegar el día donde será claramente revelada la gloria de Dios para todos. Ese día que cada cristiano anhela apasionadamente y en el cual nuestra alabanza no tendrá fin, tal como lo dicen las siguientes palabras de esta oración:

"Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,
 el único que hace maravillas. Bendito su nombre glorioso para siempre y toda la tierra sea llena de su gloria.
 Amén y Amén. Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí" (vers. 18-20).


Pensar en ese momento hace estallar mi corazón... Un día no habrá más oraciones pidiendo que Dios responda nuestros deseos... no habrá más, porque Él reinará, Él tomará su lugar y cada anhelo, deseo, clamor, que hayas tenido, será contestado, será satisfecho por nuestro Rey.

No dejes de anhelar y esperar ese glorioso momento cuando él esté reinando.



Verónica Rodas



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